Y es que la ordenanza de convivencia ciudadana sanciona esta actividad aunque
recoge que, en momentos puntuales, se puede ser más permisivo. Uno de esos es San Lorenzo, por lo que el consistorio decidió que, en principio, beber en la calle durante las fiestas no sería motivo de sanción siempre que las molestias no fuesen muy graves para los vecinos.
Por eso, incluso hay personas que apuestan por la creación de «puntos disuarios» controlados por la policía. Una solución que ayudaría a tener más controlada esta práctica y que, al estar controlado, evitaría el ruido del que se quejan muchos vecinos durante las fiestas.
Fuente Radio Huesca