Litronas rotas, latas de refrescos y pintadas en las paredes decoran los bajos del edificio. Zaragoza Expo Empresarial está estudiando medidas para proteger la integridad del edificio.
Sobre los pilares del pabellón de Aragón, uno de los edificios más significativos de la Expo Zaragoza 2008, se amontonan las litronas rotas, las latas de refrescos vacías y las pintadas. Algunas de ellas tienen un enfoque estrictamente artístico mientras otras son una mera recopilación de nombres. Julián, Eva, Sara, Laura, etcétera, adornados generalmente junto a un corazón o algún mensaje sobre el valor de la amistad y derivados.
Son los rastros de un botellón. De varios, en este caso. Varias denuncias vecinales advierten del continuado uso de los bajos del edificio como punto de reunión festiva de algunos jóvenes. Y de su consiguiente degradación.
En los alrededores del pabellón se amontona la suciedad. Varias botellas de cerveza se desperdigan por la base de los pilares, rotas en mil pedazos. En un rincón, se ubica una valla de obra de carretera, blanca, volcada. Frente a ella hay una revista con las hojas y el plástico quemado. Alrededor de la maltratada publicación una sombra negra ocupa el suelo. Los rastros de una posible hoguera.
PELOTAS DE GOLF Justo en medio, entre un pilar y otro, un largo palo de madera ocupa el corredor. No es el único elemento de este material. A su derecha, en diagonal a los pilares, hay varios trozos de madera, todos cuadrados y repartidos indiscriminadamente. Además, en un pequeño parque con el suelo de piedras, entre las columnas, hay varias latas (algunas oxidadas), junto a hojas quemadas, vasos de tubo de plástico naranja y un cartón de vino. Junto a ello, destacan seis pelotas de golf, que conviven sin lógica junto a un bote descompuesto en el que aún se puede leer Silicona neutra de aluminio.
La escena se repite en cada esquina de la base del pabellón. Conforme se da un rodeo al edificio se suceden las botellas quemadas y las pintadas. Estas últimas están por todas partes. En cualquier vistazo rápido se localizan. Las hay más grandes, las hay más pequeñas, pero en general tienen más de exaltación de la amistad y de recuerdo juvenil que de grafiti realizado con cierto arte.
Los problemas del pabellón de Aragón no se quedan ahí. También ha habido quejas vecinales por la utilización de este espacio como pista de patinaje. En este caso, de skateboard. Los pilares se encuentran sobre una base elevada algunos centímetros del suelo, a la que se puede acceder fácilmente gracias a unas pequeñas rampas. Al encontrarse uno enfrente del otro, la situación es ideal para los patinadores.
Las denuncias se centran en los desperfectos que provocan. Los bordes de la base de los pilares se encuentran desgastados, y hay un buen número de baldosas rotas que contrastan con las más alejadas a las columnas, en un estado mucho mejor conservado.
Es el aspecto que los bajos del edificio, otrora símbolo de la Expo del Agua 2008, presenta. A este respecto, desde Zaragoza Expo Empresarial, la entidad gestora de este espacio, declara que está planteando diversas posibilidades para proteger la integridad del edificio. Entre ellas, la instalación de algún tipo de vallado que limite el acceso a la zona. En este sentido, tienen previsto iniciar conversaciones con el Ayuntamiento de Zaragoza.para estudiar las medidas que protejan el pabellón. Hasta entonces, la Expo del Agua seguirá siendo, posiblemente, la Expo del botellón.
Noticia El Periódico de Aragón