El alcohol es uno de los problemas más comentados .No solo daña nuestra salud sino que altere nuestro comportamiento. Hacemos cosas sin sentido y somos participes de actos de los que luego somos capaces de arrepentirnos. Por eso deberíamos formar parte de este pequeño mundo del alcohol.
A menudo, sin darnos cuenta, consumimos cantidades de alcohol perjudiciales para la salud. Es toda una tradición hacer botellones un día de fiesta para “pasarlo mejor”. En realidad, somos responsables de nuestros actos pero gran parte de los problemas proceden de la mala educación que reciben los hijos. Sus padres no les instruyen adecuadamente y en ciertas ocasiones, ni siquiera deberían permitirles a sus hijos estar de fiesta hasta altas horas de la madrugada cuando a penas saben cuales son las consecuencias de ingerir esa droga tan común.
Cada vez es más temprana la edad en la que se comienza a consumir y podemos ver a niños de tan solo 12 años un día de fiesta a las 3 de la mañana sentado en la acera de una calle con un vaso lleno de esta peculiar bebida. Con esto, no quiero decir que son solo los niños los que sufren o pueden sufrir este cambio drástico en sus vidas, pero son a los que debemos enseñar las consecuencias y prevenirlos. Hay que darles ejemplo, y para eso, debemos ser conscientes de que no por ser más mayores, somos inmunes o no estamos expuestos a que el alcohol nos afecte gravemente.
En definitiva, puede ser gracioso que se rían de ti por el hecho de ir borracho una noche, pero piensa que cuando el problema te afecte a ti, no serás tú el que te rías.
Comentario de Marta Gutiérrez Gómez (Aladecolibri)