El alcohol, el tabaco y el cannabis, presentes en todos los tratamientos. La cocaína mantiene una caída constante desde el 2006 por la crisis.
Los jóvenes zaragozanos que han necesitado atención durante el 2011 consumen menos variedad de sustancias que en años anteriores, y lo hacen a edades más tardías, según las primeras conclusiones de la memoria del año pasado que ultima el Centro de Solidaridad de Zaragoza, de Proyecto Hombre. Aunque según su director, Jesús Sánchez, la muestra es «poco representativa», y no se puede «vender» en base a estos datos «la idea general de que los jóvenes se drogan». Los casos que atienden en el centro derivan de cuadros «con profundos problemas familiares y sociales», pero aún entre ellos los policonsumidores van bajando.
Entre los 7 y los 22 años –el límite por lo bajo, aunque llamativo, es «muy poco representativo, de un caso al año»–, Proyecto Hombre atendió a 230 jóvenes el año pasado, unos 150 de nuevos casos, lo cual mantiene la media de otros años. También se mantienen el alcohol y el tabaco como los grandes protagonistas: el 100% de los jóvenes que acudió al centro por problemas de drogadicción eran adictos a estas sustancias, y el 99,5% fumaban también cannabis habitualmente.
El resto de las drogas experimentan un descenso, no cuantificado, excepto el cristal, que con un 15,78% de presencia entre los jóvenes es la única sustancia que crece. Entre el resto, la de más presencia fue el speed, que consumían un 38% de los jóvenes atendidos, la cocaína (35%), el éxtasis (25%), la ketamina (10,98%), los alucinógenos (10,96%) o las setas, que tras unos años de pujanza se estabilizan en torno a un 11%. La heroína registra un 0,8% de presencia.
PERFIL SIMILAR El perfil de los jóvenes se mantiene similar a ejercicios anteriores, aunque desde el centro, dentro de lo posible, se felicitan por el ascenso en la edad de inicio del consumo, que en el alcohol se sitúa a los 13 años y medio, en el tabaco algo antes –13,2–, a los 14 para el cannabis y a los 16,2 para el speed y la cocaína. En esta droga, tras unos años de «pujanza» hasta el 2006, el consumo mantiene una caída constante.
Como advierte Sánchez, estos cuadros de adicción son muy diferentes al «consumo experimental» de drogas entre los jóvenes, que «siempre ha existido y existirá», y frente al que solo se puede actuar «con información». El Observatorio Aragonés Sobre Drogas aún no ha hecho públicos los datos del 2011, pero con las últimas estadísticas sí hay cierta coincidencia en cuanto al descenso de atenciones por variedad de drogas frente a la prevalencia del alcohol o el cannabis. Por ejemplo, entre los 14 y los 20 años, los tratamientos por cocaína descendieron del 16,4% en el 2008 al 14,6% en el 2009 y hasta el 10,18% en el 2010. Sin embargo, las terapias por cannabis aumentaron el citado año hasta el 73%, desde el 65,7% del 2009.
Esta tendencia a las drogas «accesibles y baratas» entronca con algo que advierten desde CCOO en Aragón. Mariángeles García, técnico en Salud Laboral en el sindicato, alerta sobre el aumento de cuadros de adicción a fármacos antidepresivos, a menudo «complicados por el alcohol», debido a las consecuencias de la crisis económica.
Noticia El Periódico de Aragón