Se ha convertido en toda una tradición celebrar botellones los sábados por la noche. Cada día estos eventos causan peleas, comas y otras enfermedades por el alcohol, destrozo de los bienes públicos ( papeleras, contenedores, farolas, etc) y también molestias a los ciudadanos que se encuentran en sus casas.
Podríamos decir que el consumo de alcohol se produce cada vez más temprano. Aunque la venta de alcohol está prohibida a menores, siempre consiguen hacerse con él por distintos medios. Este hecho tendría que estar mucho más controlado, con sanciones duras. No podemos permitir que niños de diez y once años consuman alcohol, puesto que su organismo se está desarrollando y paralizan el proceso, lo que puede acarrear graves consecuencias como malformaciones o incluso deficiencias psíquicas. Imágenes de niños ebrios pueden observarse en multitud de redes sociales a diario.Son vergonzosas pero es la causa de la tradición occidental que estamos promoviendo, donde los niños se hacen hombres paulatinamente antes.
Cuando la persona alcanza el grado de madurez es cuando puede realizarse el consumo de alcohol. Hay que saber que es una droga legalizada que daña mucho el organismo humano con consecuencias a largo plazo. Si después la persona desea ingerirlo, es consecuente con sus actos y sabe lo que le puede ocurrir. Se necesita que los niños reciban más información acerca del consumo de alcohol y de estupefacientes ya que muchas veces lo ven como un juego o algo gracioso y están jugando con su vida.
Comentario de Celia Plata Hernández (Aladecolibri)