Los niños que ven muchas películas en las que aparecen bebidas alcohólicas tienen el doble de posibilidades de comenzar a beber que aquellos que ven, en comparación, menos películas que muestran este producto. Además, tienen bastante más posibilidades de llegar a practicar el denominado ´binge drinking´ o el consumo de alcohol en atracones, definido como tomarse cinco o más bebidas seguidas.