Los botellones se han convertido en un problema social. Ruido, vandalismo, suciedad… Son sólo algunas de las consecuencias de estos encuentros juveniles marcados por el alcohol. Pero ¿cuáles son las causas? ¿Por qué beben los jóvenes? Ven en el botellón una forma de relacionarse y evadirse de sus problemas. La razón económica parece también clave: las copas son demasiado caras. Aunque hay más. Algunos profesionales aseguran que, en la cultura mediterránea, el ocio y el alcohol están unidos y que los chavales imitan el ejemplo de los adultos. Para otros, el problema está en la base: las familias se han despreocupado de la educación de sus hijos. Es la otra cara del botellón.